Me siento en el patio de mi casa, huyendo del calor inevitable de junio. Y aquí sentada, lo único que se me pasa ahora mismo por la cabeza son dos cosas: el pasado que estoy dejando atrás, y el futuro que previamente imaginado creo que me espera.
Hago memoria y recuerdo vagamente el 25 de junio del año pasado, y estoy exactamente haciendo lo mismo que aquella noche... y seguramente muchas otras.
Me encuentro en el mismo lugar, con las mismas ideas, los mismos problemas, las mismas preocupaciones... A pasado ya un año y mi vida, mis emociones y mi entorno en general han cambiado muy pausadamente. Desde luego, llega a ser desesperante ver como el tiempo pasa a una velocidad tan vertiginosa, mientras que tú a penas avanzas. Tal es la velocidad del tiempo que nos da la sensación de estar viviendo dos veces lo mismo, y no es una secuencia de actos que repitamos inconscientemente, es que el tiempo a pasado dos veces por delante tuya sin darte cuenta. Y me da miedo esa sensación... creo estar en movimiento continuo, pero al ver que soy demasiado lenta como para alcanzar al tiempo, me asusto. Cuando pasa esto, empiezo de nuevo a pensar que se me escapan demasiadas cosas, y eso mi existencia al menos... no lo soporta. Es imposible abarcarlo todo, losé, para ello tendría que ser eterna y solo soy un ser humano, pero mi proyecto desde que tengo conciencia, es encontrar " El equilibrio perfecto " pero me falta mucha experiencia, conocimientos y sensaciones por descubrir todavía... y mi desdicha es, que aunque gozo de una salud plena, me faltará tiempo para terminar mi proyecto. Hayar El equilibrio perfecto sería como encontrar el paraíso, lo que todo humano desea a su manera.
Mi futuro... ¿ Estará tan lejos como yo lo veo? ¿ Qué será de mí dentro de unos años? ¿ Qué será de todo lo que pienso y siento en estos momentos? ¿ Habré avanzado algo o estaré en las mismas? Sin duda, la paciencia en estas cosas no es una de mis grandes virtudes, pero aunque tenga mi futuro medianamente planificado, me recorre la extraña sensación de que ni siquiera yo, que llevo el timón de mi vida, ni siquiera yo sé a donde llegaré...
Maldita sea la agonía del pasar del tiempo y malditos los misterios de la vida, insospechado para grandes personajes de la historia e inimaginable para mí. Dichos temas son los que me atormentan en noches como esta que, ilusa yo al pensar que puedo hallar mi propia teoría, encontrar mi equilibrio perfecto, mí paraíso. Por qué al fin y al cabo ¿ Quién soy yo?
¿Quién soy yo para quitarle el sentido a la propia existencia, descubriendo así su verdad, siendo tan solo mortal. ?
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