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Soy el humo de una vida mal apagada.

27 sept 2014

Todos sueñan con París.

Algún día me veré caminando por las calles de París con un bolígrafo y una libreta en blanco. O tal vez me vea en una de esas cafetería bohemias que muestran en todas las películas. Y escribiré. Escribiré de todo aquello que pueda escribir, recordando a poetas que por allí pasaron o desearon pasar. Pues dicen, que todo poeta y buen escritor lleva en su alma el reflejo de una flecha que apunta al cielo, de la primera vocal del alfabeto, de una torre que guarda los sueños de aquellos que ya han muerto. Y que al contemplarla, hoy día,  aun se nutre de la vida y de los sueños que desprendemos. 

Una ciudad magnética, ciudad vigilia de muchos sueños, cuidad forjada a hierro y sangre, París... nos enseñó que la libertad existe, lucha tras lucha de multitud de almas intrépidas. Almas que gritaban, que soñaban, que amaban, que deseaban, que sentían, almas.. que nunca se conformaban. 

¿Qué mejor sitio para soñar que París? 

Ciudad donde los sueños más que posibles fueron, necesarios. 

Todos soñamos.
Por eso, todos soñamos con París algún día.   

Y esta noche me voy soñando,  imaginando que algún día mis versos, mis letras, puedan volar junto a ella. 
 Luchar por la liberación de mi alma, en un mundo hermético. Que se asfixia en su propio recuerdo. Muriendo en esencia. 

¿ Qué ves ?

¿Qué es lo que ves ? - dijo - Nada.
¿Qué es lo que ves ? - Repitió - Nada.
! Qué es lo que ves ! - gritó - ... nada.
¿Qué es lo que ves ? - suavizó - Un hombre...
Que espera de mí algo más de lo que soy.
Que espera de mi respuesta, una respuesta a sus sentidos.
Que espera de mi un reflejo de su alma, pues anhela ver en otras almas la pasión que en la suya guarda.
¿Qué es lo que veo ? - se preguntó - Palabras.

21 sept 2014

La noria.

Escribo como respondiéndote. Tal vez, no le encuentres sentido, quizás no debas buscárselo . Pues de todo esto aprendí que en la vida no todo tiene sentido, no llegamos a entenderlo todo.
 Vi que cada persona tiene su propio mundo y a pesar de que deberían de ser semejantes al nuestro y conectarse por ciertos puntos de conducta o hábitos, lo cierto es que las personas son impredecibles. Te quebrarás las cienes intentando entenderlo, incluso salvarlo, porque simplemente su mundo te importa, pero bien debes de saber y bien debes de tener en cuenta que tal vez y simplemente, la respuesta está en su propia voluntad. No todo el mundo quiere ser salvado, es más, muchas personas nacen sentenciadas por sí solas, no te estoy hablando del destino, te hablo de la posibilidad de elegir, eligen ser muertos vivientes. Y aunque se esfuerzan por amar, son incapaces de mantener el amor. Hubo un tiempo, un punto en las vidas de estas personas, en las que sí pudieron ser salvadas, pero... el libre albredrio no viene precisamente con indicaciones.
 Ahora te hablo del transcurso de la muerte. Ese fatídico punto  donde ya no hay retorno, donde ya se ha elegido, y  el destino si es que es así, queda marcado, o tal vez el azar, sea lo que sea te encuentra. En ese transcurso, es donde se la ha encontrado. 

Y seguramente no debió de haber vivido todo esto, y a estas alturas lo que queda es esperar y rezar para que el oscuro futuro de su mundo no afecte ni marque el propio.

Mi cordura me impide hablar en exceso, mi peso es llevar esta condena en silencio, mas intento salvarte la vida, el tiempo y la pena a ti, ya que conozco el dolor que aguardas,  sin saber más allá de él. Me basta con eso y aunque yo no soy nadie y estás palabras lleguen lejanas a tus sentidos lo único que sé es que no puedo permitir que nadie más caiga en esa noria de vidas descontroladas que cae vertiginosamente al vacío sin freno y sin conciencia. Al igual que caí yo, pues yo, tuve que apearme de esa noria como un suicida al precipitarse de un edificio  de cien plantas, para caer directamente sobre el asfalto. Sin embargo, puedo decirte que no era asfalto lo que me esperaba de esa caída, que ojalá lo hubiera sido. Era algo aun peor, esa  noria de vidas descontroladas me dejo tan mareada, enajenada y perdida que sin darme cuenta me precipité hacia un agujero negro más profundo aún que el corazón de los demonios de las personas que en aquella noria conocí. Es más, diría que sus demonios se apearon conmigo para no dejarme escapar tan fácilmente. Es todo lo que vengo arrastrando desde que me tiré. 
Puedo decirte que al principio, era increíble estar ahí subida, lo sentías todo, el vértigo, el viento, la velocidad, todo pasaba ante ti como si nada. Si eras capaz, te quedabas con ciertos momentos puntuales pero en general era todo un caos en círculos. Sentías el descontrol de tú propia vida acompañado de las suyas y te daba igual, lo único en lo que pensabas era en que esa sensación no desapareciera jamás. Pero yo siempre tuve una escalofría intuición sobre todo aquello que me rodeaba, en concreto sobre una de las vidas que me rodeaba. Muchas veces aunque seguía girando y girando, entre tanta locura, encontré ciento sentido común. Fue ese "algo" que encontré, lo que me hizo reaccionar a tiempo. No puedo decirte exactamente que fue, ni aunque lo supiera, pues ya te vengo diciendo que no puedo rebelar ciertas cosas, recuerda que esto solo son palabras que te deben de llegar muy lejanas.  Al menos ya que estás ahí subida supongo que intento ser ese "algo" en ti, que a mí me hizo bajar definitivamente. Pues a pesar de que lo que vino después fue una agonía en toda regla, lo que es seguro es que el pasar por todo aquello me sirvió para darme cuenta que es necesario, en medida y hasta donde puedas, mantener en tú propia mano el control de tú vida. No debes dejarte llevar por ese conjunto de vidas, que pintan atractivo  el girar hacia la nada, el caos y la locura, ya que lo único que conseguirás es una continua sensación de fatiga, inestabilidad, pérdida y desasosiego al ver todo lo que está pasando ante tus ojos y no poder pararte a disfrutar de ello.  
Todo lo que te estás perdiendo por una simple sensación mundana, por esos miedos, por ese "no entender ciertas vidas" por esa frecuente manía humana de negar la realidad que tenemos, haciéndola horrible a ojos nuevos al huir de esa forma, porque lo que estás haciendo y que quede muy claro, y lo que yo también hice fue en todo momento, huir. Huir de una realidad, que sea cuales sean las causas o las situaciones, no nos gustaba. Por eso nos parece tan morboso estos mundos, de estas personas, que de tanto huir en sus norias, han perdido prácticamente la posibilidad de elegir volver a la realidad. Imposible salvarlas y si lo sigues intentando lo único que conseguirás es que su noria te aplaste y te pase por encima sin inmutarse y sin mirar atrás. Pues los que están ahí subidos no sienten nada más que una adicción por la autodestrucción. Y no mirarán por nadie ni por nada. Pasarán por cualquier cadáver vivo o muerto, hasta que sus cadáveres sean lo único que sientan crujir.  

Seguramente no entiendas nada, yo no tengo el talento suficiente aun como para hacer de mis ideas textos coherentes y fáciles de entender. Pero ahí queda mi vana intención. Ya que no pude salvar su mundo, tal vez, llegue a tiempo al tuyo. Porque por alguna razón siempre me sentí en deuda con su vida, pues su tristeza de alguna forma se encontró con la mía. Eso quiero pensar, puede que solo fueran mis ganas de que alguien encontrará mi tristeza. Seguramente no sea una gran razón para haberme subido a esa noria, pues esa tristeza en vez de aliviarla la aumento, pero... desde luego también aprendí que ningún clavo es capaz de sacar a otro clavo. Y por tanto la tristeza ajena es incapaz de curar la propia, solo la aumenta y la desborda, como cuando se juntan dos ríos y se hace fuerte su corriente. 

Esa noria fortaleció mi tristeza y la aumento a otros niveles. Y ahora solo me queda cargar con está condena de, solo yo,  saber descifrar cada punto de este texto. De saber el final de su noria, de haber girado en ella, de haberla perdido o de haberme tirado por salvarme yo, y de no poder hacer nada sabiendo que si tal vez hubiera hecho algo diferente, tal vez... siguiera viva muchos años más. 


Este texto, es solo un preludio a una historia más compleja, que aún soy incapaz de escribir. Si os fijáis los "Tal vez" son bastante redundantes. 

Mis albedríos si llevan indicaciones.

PDT; Perdonen, las faltas y las incoherencias, ya lo arreglaré, 

7 sept 2014

Septiembre.

Septiembre, un mes lleno de matices, donde dejamos atrás las utopías de verano y donde empieza la realidad de nuestro "invierno" . El mes en el que nacen soñadores y realistas. Lleno de aire y tierra, de contradicciones y de necesidades. El mes del amor y del odio, de pasiones insostenidas, de amigos y de enemigos. Un mes que aviva la chispa y alza la llama, el mes donde todo vuelve a quemar. 

Puedo considerar el mes de septiembre como uno de los meses mas significativos del año. Pues es en él donde comienza todo; la rutina, los horarios, los reencuentros, las despedidas, las mañanas duras, las tardes húmedas, los libros, la realidad, los días cortos, las noches cortas, el mes donde tu vida parece reducirse a la mitad y donde las horas pesan el doble. 
A primera vista parece bastante triste; comienzan las primeras lluvias, días bochornosos, sensaciones extrañas... 
Sin embargo, si os fijáis, es el mes más importante del año, para la mayoría todo vuelve a empezar, al menos para mí, pues lo veo como un punto de salida, aunque sea triste, pero siempre he dicho que la tristeza es algo importante, no podría vivir en un verano feliz para siempre. La tristeza es la ceniza de este fénix, resurjo de ella, vivo en ella, me hace ser mejor, por eso, siempre aguardo la llegada de septiembre. 

Realistas y soñadores, nacen este mes, y decidme ¿ Qué sería este mundo sin unos o sin otros? ¿ Qué sería un año sin septiembre? Es el mes donde se inician proyectos, sueños, ambiciones, esperanzas, el mes que acerca al frío un poco más, el mes donde casi cambiamos de ropa corta a larga o de entre-tiempo, el mes donde afloran los miedos, los fracasos y las más grandes victorias. 

El mes de las contradicciones, de los pros y de los contras. 

 Es mi mes... 

Y en el olvido me dejaba yo el nacimiento de los románticos. En el olvido del olvido. Donde nada acaba. Allí puedes encontrarme, en un septiembre alejado, moribundo, casi inerte. Tal y como lo dejaste... arrastrando todo lo que ya he nombrado que lleva consigo este mes. Así de fuerte es, septiembre. Así de triste, solitario y a la vez tan comprendido. Pues todos lo pasamos.